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Entrenamiento
mecánico-funcional para guitarristas |
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Liliana
Ardissone | |||||||||
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Articulo
II:
Para
usted que siempre quiso ser economista, empresario o abogado
y se dedicó a la guitarra nada más que para contradecir
a su familia. Sabido esto,
hay que ponerse en marcha para arruinar el sistema. Es conveniente que
usted sepa que lograrlo no es “tarea de un día.” Se
necesita de una férrea voluntad y una inquebrantable paciencia
para llevar el plan adelante tomando en cuenta la mayor cantidad de variables
posibles para no fracasar. ¿Qué hacer con los síntomas que aparecen? Ante cualquier
incomodidad o molestia que sienta mientras toca la guitarra o luego de
hacerlo, no importa la intensidad ni la frecuencia de la misma, ni tampoco
que ésta se localice lejos de sus manos o brazos. En todos los
casos, actúe de la siguiente manera. Aplicando este criterio, si los malestares aparecen luego de una larga jornada de práctica, usted deberá explicárselos así: “lo que me pasa es que estudié mucho”; anulando de esta manera el peligroso ¿estaré estudiando mal? o el más nocivo aún ¿debería revisar “cómo hago lo que hago”? También suele ser oportuno en estos casos el no menos popular “lo que pasa es que tendría que cambiar la manera de tocar pero .......a esta altura de mi vida” ...... Este razonamiento es de mucha utilidad porque dada su extrema flexibilidad puede ser usado entre los 25 y los 80 años sin problema alguno. Y esta particularidad lo convierte en un pensamiento rendidor y de fácil aplicación. ¿Qué hacer si el malestar aumenta? Muy simple,
refuerce el estudio. Aumente las horas de práctica. Complique sus
rutinas técnicas. Haga ejercicios de extensión con cejillas
y dedos fijos, si el problema está más localizado en su
mano izquierda, y de arpegios, acordes y notas repetidas si se trata de
su mano derecha. Repita la misma rutina diariamente. Repita y repita.
No olvide que el objetivo es cansar el Sistema y producir fatiga muscular,
base de toda lesión funcional. ¿Qué hacer si el malestar se convierte en dolor? Por lo pronto
puede quedarse tranquilo, está en camino al éxito. Seguramente
a esta altura del proceso ya ha notado dificultades técnicas que
se repiten e incluso tienden a empeorar: pasajes que nunca terminan de
salir, lentitud y pesadez en su mecánica, imposibilidad de lograr
la interpretación musical deseada, (su “obra pendiente”
que se aleja), bajo rendimiento y falta de control motor, además
de dolor (si es que lo hubiera). Si mientras descansa decide tomar remedios anti-inflamatorios recetados o no por su médico, no olvide hacerlo con el estómago vacío. Por lo menos, mientras tanto le mejora” temporalmente” el dolor muscular, usted puede amenizar con una gastritis. Nunca está de más agregarle un poco de poesía al drama. ¿Qué hacer para acelerar el proceso? Tome en
cuenta también los siguientes puntos que aunque parecen ingenuos,
aplicados con constancia ayudan a desencadenar la lesión buscada. • elija una silla inadecuada, haga lo mismo con la altura del banquito o el largo de la correa, (según el tipo de guitarra que utilice). Si usa aditamentos ergonómicos para sostener su guitarra, no se preocupe, existen formas sencillas de usarlos incorrectamente. • Coloque el atril en algún punto que le permita mantener la vista, el cuello y de ser posible el tronco en esfuerzo (este pequeño detalle le asegura un monto extra de tensión que sin duda repercutirá en el rendimiento de sus manos). • Cuando un pasaje no salga, simplemente repítalo hasta el cansancio. Y esto no es una metáfora. No hay nada más fatigante para los músculos que la repetición de movimientos de esfuerzo. • Piense que la única manera de abordar el estudio de un instrumento es a través de la fuerza, el esfuerzo ,la voluntad y la repetición. De tanto en tanto y para aumentar un poquito la melancolía puede lamentarse por no haber nacido con “el ángel”, como otros. Y si usted nació con el “ángel”, tampoco se preocupe porque no es excluyente. • Evite verse en videos o filmaciones tocando. He escuchado a muchos guitarristas decir que se habían dado cuenta de lo tensos e incómodos que estaban al verse tocar en un video. Y en este caso es mejor no darse cuenta de nada. Hay que seguir adelante y no recapacitar. • Si a esta altura del proceso su lesión ya ha sido diagnosticada como un trastorno ”ocupacional”, es aconsejable que piense que obviamente esto le ocurre porque toca la guitarra y que por lo tanto no tiene solución. No le recomiendo cuestionar su manera de tocar. Si quiere armar una lesión no se detenga en dudas jactanciosas, simplemente haga. • Si se siente incómodo, piense que la posición de la guitarra es insoluble y por sí misma incómoda. Por ende hay que aguantar, total tarde o temprano uno se acostumbra. Y le aseguro que no se equivocará porque “tarde o temprano”, si insiste, se va a acostumbrar. (y no es éste el momento de reflexionar acerca de los costos de ciertas costumbres). Y por último: • Siempre piense que la guitarra se toca solamente con las manos y la cabeza y que el resto de usted está ahí porque no tiene otro lugar donde estar.
“la solución queda en sus manos”
EL SECRETO DE UNA MECÁNICA DISFUNCIONAL - El Primer Secreto. Inicio En el artículo
“SI ES GUITARRISTA SEPA COMO ARMAR UNA LESIÓN MUSCULAR”,
el objetivo fue proporcionar una pequeña guía práctica
para aquellos guitarristas, que por una u otra razón, desearan
armar una lesión funcional. INTRODUCCIÓN Cuando la mecánica corporal global del guitarrista es funcional, los movimientos que realiza durante la ejecución operan a favor de las leyes de funcionamiento del cuerpo y no en oposición a las mismas. Son movimientos integrados, más sencillos de hacer, de aprender y de automatizar. Esta mecánica tiene las siguientes características: Equilibrio: está dado por la postura o sistema de posturas utilizadas por el guitarrista que le permiten actuar sin tensión manteniendo su cuerpo y la guitarra en continua correspondencia dinámica durante la ejecución musical. Economía: es la utilización de los movimientos más fáciles con el mínimo esfuerzo y el mayor rendimiento. Para que haya economía debe existir una relación dinámica “trabajo-descanso” en cada acción. Bienestar: es el estado de salud del cuerpo. Si no hay equilibrio y economía se pierde la comodidad y el bienestar. La Técnica es entonces el entrenamiento o práctica que se realiza de forma organizada, (sobre una mecánica global previamente anclada), y con una finalidad musical. Cuando
la mecánica corporal global del guitarrista es disfuncional, el
entrenamiento hecho sobre la misma produce, sobreesfuerzo, fatiga muscular,
baja del rendimiento técnico-musical y pérdida de bienestar,
debido al exceso de fricción. Para poder mantener una mecánica disfuncional necesitará también implementar algunas formas de pensamiento: Niegue
cualquier relación posible entre su mecánica y los resultados
musicales obtenidos. Un ejemplo: De igual
forma que Mengano pudo construir una mecánica disfuncional para
realizar una tarea relativamente sencilla como “caminar”,
imagine usted qué fácil será armar una mecánica
disfuncional para una actividad bastante más complicada como “tocar
la guitarra.” LA
POSTURA Piense:
-¿ cómo se arma inicialmente una postura, que luego se mantendrá
por años?-. Remóntese a sus comienzos. (Aclaro aquí que si logra armar una mecánica disfuncional, este último deseo lo acompañará el resto de su carrera y se convertirá en su principal foco de atención). Es improbable
en el inicio del aprendizaje percibir al propio cuerpo, en su totalidad,
como el primer y más importante de los instrumentos que se posee.
Los dedos, la guitarra y en algunos casos la partitura ocupan el centro
de atención. Si Mengano lo hubiera hecho podría haber cuestionado el uso de la soga en sus rodillas. Pero estaba preocupado por caminar y no se le ocurrió. Es entonces
que un lunes cualquiera usted se halla sentado de una determinada manera,
y además acostumbrado. Manera no razonada, ni razonable necesariamente,
pero automatizada al fin. Su manera ya es un hábito y como tal,
no se cuestiona. Solo se repite. Va usted muy bien. Ya está perdiendo el bienestar de los primeros tiempos. Pronto el entusiasmo se convertirá en preocupación. Es este el mejor indicador de que algo no funciona en su mecánica. ¿Qué puede hacer en este momento? ¿Cuestionar
la postura que viene usando hace tantos años? NO. LO mejor es aferrarse fuertemente a las viejas soluciones. Esto lo aliviará de lo engorroso de elegir, le permitirá repetir sin cuestionamientos y fundamentalmente lo mantendrá tranquilo mientras avanza hacia su objetivo. Atribuya
todo a cuestiones circunstanciales y en lo posible periféricas. que su columna está torcida, mal apoyada, rotada y/o no mantiene un buen ángulo en relación a su cadera. que su forma de sentarse no parece mostrarlo descansado y apoyado. que los ángulos que forman sus piernas no son los más cómodos para que la guitarra se mantenga estable, y menos aún en movimiento. que la altura de la silla, o la relación de esta con el banquito no se corresponden. que su guitarra parece para otro talle, aunque suene hermosa que la colocación de la guitarra no favorece el libre accionar de sus manos. que sus hombros no se alinean de forma equilibrada. que su espalda hace fuerza para sostenerlo. que su cuello no se ve relajado. En resumen,
ese espejo podría reflejarlo: tenso, torcido, sin resto y esforzado.
Sin dudas no luce usted tan bien como sus guitarristas preferidos. No se le
ocurra registrar como se siente mientras toca. Sentir no es conveniente
en este caso en particular. Piense que tocar la guitarra implica, una
larga lista de padecimientos que pueden desaparecer o no. Y continúe
tal cual estaba. Total por ahora no es una molestia insoportable y además
las falencias mecánicas se solucionan estudiando más horas
de técnica. No importa si esas horas rinden o no. Lo importante
es sentir la satisfacción del esfuerzo cumplido. - entonces
todo lo que hice hasta ahora esta mal. Fíjese
que con cinco frases solamente, usted queda deprimido y paralizado. Esto
es alto rendimiento. En resumen no es este el momento propicio para cuestionar la conveniencia de conservar “las rodillas atadas”. LA
MANO IZQUIERDA Quiero recordar
aquí que su cuerpo funciona como un Sistema, (aún cuando
usted está tocando la guitarra),y por lo tanto tiene propiedades
sistémicas, es decir que cualquier estímulo que modifique
uno de sus elementos, producirá alteraciones en el resto. Remóntese una vez más a sus inicios con la guitarra. Alguna vez
se le ocurrió pensar:- ¿Por qué todos empezamos a
aprender a tocar la guitarra en la primera posición?-. Lugar incómodo
como pocos, que exige la mayor elongación para los dedos, la muñeca
y el brazo. Le doy algunos
ejemplos de los problemas más frecuentes en la mano izquierda y
posibles soluciones para lograr su objetivo. Problema: Su pulgar “presiona con fuerza”, se cansa, duele y la fuerza no alcanza para que los sonidos sean claros y precisos. Usted podría
pensar que el pulgar no puede dejar de apretar porque está ubicado
de forma tal que no le queda otra cosa que hacer, que lo que sabe hacer:
o sea puesto en ese lugar “debe presionar”. De esto podría
inferir que necesita revisar su colocación y modificarla. Pero
esto lo llevaría a pensar en su muñeca, antebrazo, brazo,
hombro y en el resto también. Problema: Sus dedos funcionan lentos, pesados, imprecisos, tensos. Cuesta hacer traslados veloces. Será
que su mano izquierda está trabajando en exceso y sola, como si
no tuviera una muñeca, un antebrazo, un brazo, un hombro y un cuerpo
con el cual repartir la tarea. Quizás la curvatura de sus dedos
no sea la adecuada para que trabajen relajados. Problema: Le cuestan las extensiones, sus dedos acumulan tensión, no llega a tiempo. Podría
pensar que su mano funciona tensa. Es posible que pretenda estirar sus
dedos desde el lugar equivocado, esforzando los músculos y las
articulaciones más débiles y tornando lentos sus movimientos.
Esto lo llevaría a pensar en la colocación de la muñeca,
(que facilita o entorpece los estiramientos), cómo ubica el antebrazo
y el ángulo del mismo con respecto al brazo. En fin, si recorre
siempre el mismo camino, seguramente llegará al mismo lugar, y
terminará preguntándose ¿ Existirá una manera
más sencilla de hacer extensiones? Problema: No suenan las cejillas. Por más que aprieta y aprieta con el pulgar y el índice no obtiene resultados. Ya no le alcanza con apoyar el dedo 2 sobre el 1, para ayudarlo a hacer más fuerza. Dentro de poco necesitará usar el 3 también. En breve va a necesitar dedos de repuesto. Pero....... ¿¿¿¿¿ Cuántos ????? Además
ya le empieza a doler el pulgar y la muñeca. Va bien. Evite pensar
en los siguientes puntos: LA
MANO DERECHA El tema
es tan amplio que merecería un artículo propio y es posible
que lo tenga. Ruego no lo tomen como una amenaza. Si toda
producción sonora humana es el resultado de un movimiento, sea
este del aparato fonatorio, o de la acción sobre un fono productor;
su sonido no escapa a esta regla. También es el resultado de un
movimiento global que usted realiza. A esta altura
del artículo podría usted caer en la sospecha de que somos
una totalidad y como tal funcionamos. Los problemas más frecuentes que manifiestan los estudiantes son: Problema: Poco volumen, (menos aún en velocidad), poco rango. ¿Será
que su posición no es funcional y usa “fuerza” en vez
de “peso”? NO. Definitivamente NO. Problema: Cuando toca fuerte con su mano derecha su mano izquierda se tensa y presiona excesivamente. Parece evidente
que alguna relación hay entre ambas. Podría ser que su sonido
sea al menos la resultante del accionar de ambas manos. Y de esto a pensar
que sus manos también se relacionan con el accionar global de su
cuerpo es un solo trámite. Problema: Imprecisión, sonido sucio y entrecortado, ausencia de legatto. Parece probable
que el ángulo de ataque no sea el adecuado. Quizás esto
se relaciona con el lugar o falange desde donde acciona sus dedos. O también
es posible que el ángulo de su muñeca no permita el libre
accionar de todos los dedos por igual. Para que reflexionar aquí
en la posible relación de su sonido con el ángulo que forman
brazo y antebrazo. Problema: Falta de velocidad. Qué
tentación relacionar la falta de velocidad con: tensión
excesiva y poca flexibilidad. Problema: Arpegios galopados, acordes desparejos. Mire, uno
podría observar que si su mecánica es funcional en cada
movimiento de sus dedos hay una etapa de trabajo y una de descanso. Es
decir que no se descansa entre obra y obra , sino entre movimiento y movimiento
(de su cuerpo, no de la obra). Problema: Su dedo meñique tiene vida propia. Se encoge o se estira más allá de su voluntad. Nada más
sencillo de suponer aquí que su meñique (que debiera no
trabajar), está indicando “algo” respecto del accionar
de los demás dedos, (por ejemplo exceso de tensión), o de
la colocación de su mano y muñeca. Recuerde además
que mano y muñeca forman parte de un sistema-cuerpo. FINAL ¿
Recuerda que le mencioné, (un tanto insistentemente, mis disculpas),
que funcionamos como un sistema? Como podrá
comprobar, si bien cualquier persona está en condiciones de producir
su mecánica disfuncional, hay que trabajar duro para lograrla y
mantenerla hasta las últimas consecuencias. Es necesario aguantar
las molestias, sostener la actitud y hacer caso omiso a sus propias preguntas. Sin dudas, el logró develar el primer secreto. Seguramente ya lo habrá logrado usted también. Mientras
vaya armando su mecánica disfuncional esté atento a las
señales o síntomas que aparezcan para poder disimularlos
con elegancia y seguir adelante.
Algunos creen que aprender a conocer y manejar el funcionamiento de su cuerpo en tareas que lo involucran ayuda a obtener mejores resultados. Otros sostienen la existencia de caminos menos sinuosos para resolver los mismos problemas de siempre. Hay quienes padecen una irremediable curiosidad por intentar ver lo obvio.
lilianardissone@sinectis.com.ar
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