De Guitarras y Guitarreros por Irma Ramos

Junto con los conquistadores españoles llega a nuestro país la Guitarra. Si revisamos los datos de P. Grenon logrados en su investigación en archivos tribunalicios vemos que en 1597 un tal Francisco de Nazca tenía orden de vender “82 trastes de cuerdas de bigüela” y en 1608 aparece la primer mención de una “Guitarra de Ébano negro”. A partir de ese momento la Guitarra de cinco cuerdas se difunde y perdura hasta cerca de 1800 en que es definitivamente desplazada por la de seis cuerdas.Si continuamos con los archivos de época, vemos que la Guitarra era partícipe de reuniones vistas con malos ojos por clérigos y jueces de la época.


En 1686 un pedido del ciudadano Pascual Bazan de indemnización por la deshonra de su hija es negado por el juez pues estaba “Chacoteando y guitarreando y cantando sin guardar velo de doncella”.
El 13 de enero de 1690 el regidor y alcalde Don Bartolomé de Olmedo de Córdoba impone una multa de 20 pesos a los pulperos que “a partir de la oración consientan… bulla de gente, conversaciones y más con Guitarra, ora sean negros, negras, indios, mulatos, mulatas, mestizos, mestizas y mozos españoles”.
Paralelamente a su participación en arrabales y bullas la guitarra es utilizada por templos y también en las tertulias de los salones más distinguidos. En los inventarios de todas las capillas de las misiones de Córdoba se menciona la guitarra junto al arpa y el violín. Eran utilizados para acompañar el culto ya fueran misas o cantos y bailes procesionales.

Pedro de Miranda (1517-1573) que acompañó a Valdivia hasta Chile pasando por nuestro Noroeste fue el primer músico flautista y Guitarrista inscripto en los anales, era además dicen valiente soldado que empuñaba por igual la Guitarra que el arcabuz.

En 1784 llega a Buenos Aires procedente de las misiones el músico indio José Antonio Ortiz (su verdadero nombre era Cristobal Pirioby) y se instala con su taller de Luthier y como profesor de varios instrumentos entre los cuales figuraba la Guitarra. Es interesante la lectura de publicaciones de viajeros y de invasores ingleses de comienzos del siglo pasado donde se menciona siempre la afición del porteño por la música.

En 1829 aparece la primer publicación musical “El Orfeo argentino” o “Colección de piezas de música para canto, piano Forte, flauta y Guitarra, periódico mensual dedicado a los amantes del bello arte”.

Nicanor Albarellos junto con Esteban Echeveria y Fernando Cruz Cordero sentaron las bases de la Guitarra artística en el Río la Plata y a mediados del siglo pasado eran varios los comercios dedicados a la venta de artículos musicales. Entre los que se dedicaban a la guitarra figuraba “La Guitarrería” de la calle Suipacha 54 del músico italiano Juan Restano quien ofrecía en los anuncios de los periódicos “Guitarras españolas, francesas y del país” y también el “Taller de Guitarrería” de Dionisio Guzman de la calle Maipú 51.

Irma Ramos
iramosb@hotmail.com